Taberna del Arenal recoge premio por segundo año
Arengalia estuvo en la entrega de premios el pasado jueves 4 de diciembre y, por segundo año, se fue con buen sabor de boca del concurso de tapas hispalense. Tras recoger en la pasada edición el premio con el Pestiño de Presa Ibérica sobre Torta de Inés Rosales, este año triunfó con un “trampa-antojo”.
El III Certamen 'Sevilla Tapas Week' se celebró del 6 al 16 de noviembre con el objetivo de poner en valor esta tradición gastronómica y fomentar el reconocimiento de la vinculación de la tapa con nuestros hábitos culinarios y nuestro tiempo de ocio y disfrute, y como seña de identidad de nuestra gastronomía. Organizado por la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla y Provincia, tuvo una participación de más de 150 establecimientos hosteleros.Tres Tabernas del grupo Arengalia han participado con diferentes innovaciones culinarias que han logrado gran aceptación entre el público. La Taberna de Porvenir se presentó con un increíble Maki Roll Sevillano de Presa con Bloody Marie de Azahar, la Taberna de Torneo con una Carrillada Ibérica en Salsa de Pedro Ximénez con Alfajor de Almendras y la Taberna del Arenal con su Falso Bodegón.El tercer premio profesional, en la categoría Gourmet, vino de la mano de Carlos Manuel Gil de Araujo, de la Taberna del Arenal, ayudado por Rocío Díaz. Inspirado en una tendencia pictórica renacentista, el cocinero quiso hacer un guiño a los ojos de los comensales con su Falso Bodegón en el que nada es lo que parece. Un bacalao confitado envuelto en una bechamel de espinacas que representa una pera, junto a un salmorejo gelificado con forma de tomate y una patata horneada con forma de queso Gruyère componen el plato.Un sistema de votación popular por puntos del 0 al 10 en una aplicación móvil y un premio profesional, elegido por un jurado de expertos de entre las tres más votadas de cada categoría, fueron las dos formas de cuantificar votos y valorar la calidad de los platos. Los cocineros prepararon su receta en la Fundación Cruzcampo para que el jurado profesional degustase y eligiese la mejor tapa del certamen ante los expectantes ojos de los allí presentes. Tras la degustación y la entrega de premios, la Fundación Cruzcampo ofreció un aperitivo producido y servido por su escuela de hosteleríal con el que quedó concluída la jornada.